Era un día muy lluvioso, miraba por la ventana, y mientras la lluvia caía el olor que emanaba me hacía pensar en lo efímero de la vida. Pequeñas gotas de agua, pequeños rayos de sol son suficientes para hacerte sentir viva. Un aroma que hipnotiza, una dosis de pureza que te deja anonadada, que hace que cualquier tristeza desaparezca y se transforme en una bocanada de esperanza. Y aquí; en esta misma ventana, recapacitas y decides vivir al máximo, decides disfrutar de cosas simples porque no sabes si el olor a mar, si la luz de la luna, si esta naturaleza la vuelvas a admirar en otra ocasión. No sabes cuanto tiempo estarás, pero el tiempo que estés será lo más grandioso.Y puede que todos digan- y es que vive en su mundo de sueños étereos, y ella sabrá que solo vive para ser feliz, y que sentirse realizado es lo mejor decisión que puedes haber tomado porque somos momentos, momentos en una ventana, momentos observando la lluvia, celebrando la noche, festejando la vida.Somos una ave de paso así que hoy decido volar, decido ser libre de elegir y decido quererme y aceptarme porque ya no habrá un después y el día de mañana no me pienso arrepentir de no haber desplegado las alas, de no haber disfrutado la lluvia, de no haberme regocijado con la noche, de no haberme maravillado con el mar, de no haber vivido cada instante, de no haber sido aquella ave.
LNB.
(Liliannet Navas Barreto)
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